Como decíamos ayer, somos jóvenes y socialistas. Una combinación tan explosiva como perfecta que nos coloca en una situación de responsabilidad. Nuestra condición nos hace apostar por el cambio y la modernidad de la sociedad, de las juventudes y también como no de nuestro partido.
Un PSOE estancado y acomodado deja en parte de ser socialista al abandonar una de sus principales apuestas, la renovación. Es aquí donde nosotros entramos en juego. Por tanto al igual que le ocurre a el partido, un joven que no tenga una actitud crítica, no solo pierde la ensencia de su juventud, sino también en buena medida la condición de socialista y de esta manera no es merecedor de participar en la renovación.
Alejarse de la autocomplacencia, las alabanzas y el aplauso fácil es imprescindible para seguir progresando y renovándose, y solo los que entre nosotros sean de esta condición pueden unir las palabras joven y socialista.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
ya veo que poco a poco vas controlándolo! :D ;D
Ánimo, gran post por cierto!
A mi tb me gusta el post! Felicidades!! (y aunque sea con retraso, Welcome to!!!!
Publicar un comentario